Novena de Navidad reflexionada a partir de Laudato Si´

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Navidad, tiempo en el que recordamos la encarnación de Dios en la historia, en nuestra historia. A través de este maravilloso regalo, quizás poco comprendido en su originalidad, Dios se manifiesta aún más cercano y más próximo para acompañar. "Es el culmen de la solidaridad de Dios con la existencia humana" (Arango, 2020). 

De otra parte, se trata de un tiempo con un brillo sorprendente y mágico por sí mismo; en el que a pesar de las vicisitudes las personas estamos llamadas a experimentar y a expresar al mismo tiempo actitudes de cercanía, amistad, solidaridad, servicio y fraternidad. 

Por ello justamente esta novena pretende ser una mediación para recordar a las familias, a través de las oraciones de la novena navideña tradicional, el valor de la encarnación y el misterio que rodea el hecho de que Dios asuma las condiciones y limitaciones de lo humano hoy en nuestra realidad colombiana; no como un hecho lejano, distante y fantasioso del pasado. Al mismo tiempo, desde las palabras del Papa Francisco en Laudato Si´ quiere ser un instrumento para recordar el vínculo y lazo invisible que nos une a todos los seres humanos más allá de nuestra condición social, política y económica. 

Es así como esta novena que rezarán en familia; pretende profundizar en lo que significa que nosotros, la especie humana, seamos hermanos; pero también en lo que implica que seamos hermanos de la casa común, nuestra tierra -la misma que habitamos-, y de cada una de las especies que también la habitan. Se trata entonces de recordar que como hermanos debemos llevar una relación de armonía y cuidado con cada criatura como bien ha señalado el Papa Francisco.

Es por esto que en este tiempo de navidad cobra sentido recordar las preguntas de Dios a Caín en relación a su hermano Abel: "¿Dónde está tu hermano?" "¿Qué has hecho?" (Gn. 4,9) 

¿Dónde está entonces nuestra hermana tierra? ¿Qué le hemos hecho? ¿Qué dolores sufre? ¿Escuchamos sus gritos? ¿Le hemos brindado la ayuda que requiere? Quizás con lamentos y con el corazón afligido sea el tiempo para reconocer una vez más nuestra culpa y para asumir ya no como una pregunta sino como un compromiso lo que Caín respondió a Dios: Yo soy el guardián de mi hermana... la tierra y también el guardián de las especies que la habitan. 

Que esta navidad sea la oportunidad para que en familia reflexionemos en el significado de ser hermanos de la tierra y principalmente para que seamos capaces de asumir compromisos reales, efectivos y concretos para reparar y restaurar nuestra relación con ella y con cada criatura que la habita. Que ese sea nuestro regalo de navidad para nuestra hermana. ¡Pequeñas acciones, grandes cambios! 

Para apoyar este camino, la novena ofrece una serie de fragmentos tomados de la Carta Encíclica Laudato Sí´ bajo este itinerario: 1. Somos hijos de la madre tierra, 2. Somos hermanos de la madre tierra, 3. La creación es un libro que nos habla de Dios, 4. Estamos unidos a todas las especies de la creación, 5. El impacto de la tecnología en nuestra hermana tierra, 6. Efectos de un sobreestimado antropocentrismo, 7. Qué mundo queremos dejar a las nuevas generaciones, 8. Conversión del corazón y 9. Jesús fuente inspiradora para vivir una vida Laudato Si´. 

Así mismo se ofrecen una serie de elementos que serán de ayuda para ambientar el desarrollo de la novena y la interiorización de cada uno de los mensajes del Papa Francisco. 

Espero que les sea de gran apoyo para vivir una navidad y una vida en familia inspirada en Laudato Si´. Camilo E. Rodríguez F. 

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