Sobre la experiencia de conocer al Papa Francisco: Una experiencia fundante de Fe.

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Sobre la experiencia de conocer al Papa Francisco: Una experiencia fundante de Fe.

En estos días en que el Papa Francisco ha estado tan cerca de nosotros (tenerlo en el mismo continente es realmente tenerlo cerca), y gracias al amplio despliegue de un buen número de medios para cubrir cada uno de sus encuentros con el pueblo mexicano; me ha impactado sobre manera la forma como la gente se atiborra y se congrega para verlo (aunque sea de lejos) y/o tener la dicha de acercarse para tomar su mano o tocar sus blancas y relucientes prendas. Desde el momento de su llegada la gente saltaba de gozo y alegría. El aeropuerto y las calles fueron testigos de su presencia y de las sensaciones indescriptibles de quienes pudieron estar allí presentes. Así ocurrió a lo largo de toda su estadía allí (como ocurre en cada sitio a donde llega). Los estadios, las plazas, las Iglesias donde hace presencia, los sitios donde se reúne, los hospitales a que llega estallan de emoción con su sola presencia... Y cuando toma la palabra, es inevitable que su mensaje resuene en los oídos y en especial en el corazón y en el alma incluso de quienes no estamos allí presentes. 
Me pregunto entonces (a lo mejor muchos de ustedes también lo hacen), qué será lo que ocurre con él?, qué tiene?, qué hace que ocurra esto? Por qué su presencia genera todo ello?.

En el pasado mes de noviembre de 2015, tuve la oportunidad de conocerle personalmente en Roma (diría más bien, que tuve la oportunidad de verlo de cerca) en el marco del Congreso Internacional de Educación Católica. Recuerdo que este encuentro se dio en el día final de Congreso en lo que se denominó "audiencia con el Papa". La gran mayoría de personas tuvieron que madrugar para poder ocupar un buen sitio (imagino que de la misma manera tuvieron hacer las personas que en México tuvieron la oportunidad). Luego de una larga espera y de una gran carrera (una vez abrieron las puertas) pude ubicarme lo más adelante posible y junto al pasillo donde cruzaría. 

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...Luego de una larga espera y de escuchar a muchas personas (ahora que lo pienso no sé qué dijeron porque yo estaba atento era al ingreso del Santo Padre) llegó el anhelado momento. Los presentadores anunciaron la llegada del Papa Francisco. Al igual que ocurrió (según las imágenes) en México la gente (literalmente) enloqueció. Se pusieron en pie, buscaban por dónde entraría, se empujaban. Todos querían verlo de cerca y tal vez tocarlo. Los celulares y las cámaras se encendieron para hacer la mejor toma, algo que entre tanta gente realmente era difícil (Sin embargo, todos hicieron el intento). 

No puedo explicar con exactitud lo que sucede, pero desde el momento del anuncio de su ingreso, mi corazón comenzó a latir rápidamente y la emoción se apoderó de mi. Siempre pensé que era ridículo que las fans de los artistas lloraran al verlos; pero con esta experiencia me puse en sus zapatos y pude comprenderlos un poco. Sentí tanta emoción que realmente los ojos se me aguaron. A medida que caminaba por eso corredor central del Aula Pablo VI y ser acerca hacia donde yo estaba la emoción aumentaba... De repente lo tuve cerca, lo ví y rápidamente siguió de largo.

Después de sus palabras y de su mensaje a todos los educadores que allí estaban presentes se despidió y pasó de nuevo cerca de mí. Esta vez con mucha timidez me atreví a lanzar mi mano y con fortuna pude tocar su brazo izquierdo. El guardaespaldas me retiró la mano rápidamente, pero para mí ese instante fue suficiente. Pensé: "valió la pena venir hasta Roma". 
Sin lugar a dudas este momento se convirtió para mí en una Experiencia Fundante de Fe. Se trató de un momento significativo en mi vida en el que descubrí en la cercanía del Papa, la presencia de Dios. Una presencia cercana, misericordiosa, que acoge y restaura. Comprendí las palabras de ese canto famoso "Con la sombra de Pedro los enfermos se sanaban...". 

Estoy seguro que las personas que recientemente los vieron en México, tuvieron esta misma Experiencia Fundante de Fe. Por eso su emoción, su alegría, su actitud de acogida a Su Santidad Francisco. Sin duda alguna esta experiencia trae la gracia de Dios y de alguna u otra manera llevará a la renovación de sus vidas. 

Pero por qué la presencia del Papa es tan significativa para todos aquellos que tienen el privilegio de verle? Por qué su cercanía es Experiencia Fundante? Me atrevo a señalar las siguientes razones:

1. Tiene la Gracia de Dios. Su consagración y unción hacen que el Espíritu de Dios habite en él. Eso lo transmite, se siente, se percibe con claridad.

2. Su sencillez. Que contrasta con la actitud arrogante, distante y ostentosa de tantos miembros del Clero, de la vida Religiosa y del Laicado.

3. Su tierna y acogedora sonrisa. A pesar de las arduas jornadas de trabajo siempre permanece su sonrisa... como queriendo decir: "No temas. Dios está contigo".

4. Sus mensajes. Cercanos a la realidad de las personas. Con un lenguaje sencillo y cercano a las realidades humanas.

5. Su humanidad. Se le ve reír y hasta sufrir con lo que le ocurre a las personas. Escucha atentamente los testimonios de vida que le presentan en los diferentes sitios donde llega. Escucha a los niños, a los jóvenes, a las familias. Siente empatía con las personas.

Por eso (y tal vez por muchas cosas más) conocer al Papa Francisco, es sin duda alguna una Experiencia Fundante de Fe.