Invitaciones del Papa Francisco en relación a la pastoral familiar
Invitaciones del Papa Francisco en
relación a la pastoral familiar
La presencia del Papa Francisco en la Iglesia ha significado para muchos un nuevo viento de renovación y de cambio en los escenarios de la pastoral y misión de la iglesia. Sus expresiones frente a distintos temas en ocasiones generan escozor, pero al mismo tiempo generan un impulso y un aliento para encarar los retos que se presentan en el escenario educativo (para nuestro caso) o para la vida misma.
Dado que muchas
veces en los colegios se genera un ambiente de escepticismo y melancolía por no
saber cómo vincular a los padres de familia de manera más comprometida en el
proceso de formación de sus hijos, al igual que en las diferentes dinámicas
institucionales; encontramos en el carismático y cercano Francisco algunos
elementos inspiradores que vale la pena revisar con detenimiento. Se trata de
lo que él en Amoris Laetitia ha
denominado: algunas perspectivas
pastorales. Vale la pena echarle una mirada aguda para descubrir en esencia
la riqueza de sus palabras y la plataforma que nos brinda para renovar en mayor
o menor medida los planes de pastoral familiar que se tienen. Destaco los
siguientes aspectos:
1.
Anunciar el evangelio de la familia
hoy: “…pero los matrimonios agradecen que los
pastores les ofrezcan motivaciones para una valiente apuesta por un amor
fuerte, sólido, duradero, capaz de hacer frente a todo lo que se le cruce por
delante” (No. 200).
A partir de esto
podríamos preguntarnos ¿Qué motivaciones estamos ofreciendo a través de
nuestras acciones pastorales para mantener un amor fuerte y duradero? ¿Hemos
pensado en ello en realidad?
2.
Guiar a los prometidos en el camino de
preparación al matrimonio: “…necesitamos
ayudar a los jóvenes a descubrir el valor y la riqueza del matrimonio. Deben poder
percibir el atractivo de una unión plena que eleva y perfecciona la dimensión
social de la existencia, otorga a la sexualidad su mayor sentido, a la vez que
promueve el bien de los hijos y les ofrece el mejor contexto para su maduración
y educación” (No. 205).
Cada vez más son
las parejas de padres jóvenes los que llegan a las instituciones educativas. Es
algo que ha dejado de ser una excepción para convertirse en algo muy frecuente.
¿Qué iniciativas pastorales se podrían crear en el colegio para apoyar este
proceso de ayudarlos a descubrir el valor del matrimonio? ¿Cómo acompañar de
una mejor manera la construcción de un proyecto de vida (a los estudiantes de
último grado) que considere la vida matrimonial como un elemento que eleva y
perfecciona la dimensión social de la existencia?
3.
Acompañar en los primeros años de la
vida matrimonial: “…se vuelve imprescindible acompañar
en los primeros años de la vida matrimonial para enriquecer y profundizar la
decisión consciente y libre de pertenecerse y de amarse hasta el fin” (No.
217).
Es frecuente, en la
mayoría de colegios, que los padres de familia de los primeros grados asistan
en pareja a las reuniones, a la celebración de cumpleaños, a convivencias;
mucho más que los padres cuyos hijos son un poco mayores. ¿Hemos caído en
cuenta de ello? ¿Tenemos planteada una estrategia para acompañarles en los
primeros años de vida matrimonial? ¿Nuestras estrategias son iniciativas
aisladas y esporádicas u obedecen a un claro interés por acompañarles? ¿Es
sistemática y articulada nuestra presencia?
4.
Iluminar crisis, angustias y
dificultades: “…la historia de una familia está
surcada por crisis de todo tipo, que también son parte de su dramática belleza.
Hay que ayudar a descubrir que una crisis superada no lleva a una relación con
una menor intensidad sino a mejorar, asentar y madurar el vino de la unión”
(No. 232).
A muchos educadores
les ha pasado que sin querer se convierten en el paño de lágrimas de los padres de familia cuando se ha logrado un
buen nivel de cercanía. A veces (por la gracia de Dios) se tocan fibras tan
sensibles que los padres con quienes hablamos abren su corazón y comparten las
situaciones personales que los agobian en su familia. Al respecto de esto, y
retomando el numeral 232, considero importante preguntarnos ¿Qué herramientas
ofrecemos a nuestros educadores para que llegado el momento puedan iluminar
crisis, angustias y dificultades? Es cierto que no es su misión principal, pero
a veces debe asumirse la tarea de escuchar a los padres y de ayudarles a
encontrar una salida. ¿Se han preocupado por ello?
Muchos son los
elementos que pueden ayudar a orientar una pastoral familiar articulada desde
los centros educativos. Hay que seguir buscando en Amoris Laetitia los
elementos inspiradores que Francisco nos plantea para ello.
Comparte con
nosotros aquellos elementos en que esta exhortación te ha hecho soñar para
fortalecer la pastoral familiar en tu colegio.
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