Actividad para apoyar el desarrollo de la comprensión lectora desde la clase de ERE



Con frecuencia se escucha decir que la ERE contribuye significativamente al alcance de los fines de la educación contemplados en el artículo 5 de la Ley 115 de 1994. Para los docentes que día a día planean y dinamizan los procesos de esta asignatura es una afirmación válida y verificable; sin embargo, para los escépticos y para quienes dudan de la importancia de esta en la escuela, es una afirmación carente de cualquier sustento epistemológico y/o pedagógico.

Día a día los maestros de ERE contribuyen al desarrollo de competencias más allá de las contempladas en los estándares propios de esta signatura. Es así como desde varias de las actividades que se proponen se apoya el desarrollo de los diferentes niveles de comprensión lectora: literal, inferencial y crítico.[1] No obstante, lo lamentable de esta situación es que muchos de los docentes de ERE no son conscientes de ello y por eso titubean cuando se les pregunta acerca de los aportes de la asignatura en el desarrollo de habilidades, competencias y destrezas.

A continuación quiero compartir una actividad, posiblemente muy parecida a otras que planean los docentes, a través de la cual se puede ayudar desde la ERE en la comprensión lectora. Les invito a que, después de leerla, compartan con nosotros más actividades que, desde su propia experiencia, consideren que contribuyen al desarrollo de la comprensión lectora. En SM estamos seguros de que el valor de las experiencias de nuestros maestros es incalculable.

DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD[2]

Nombre: Trabajar con textos bíblicos para descubrir los personajes

Objetivos:
·         Familiarizar a los estudiantes con la literatura bíblica.
·         Ayudarles a comprender el proceso bíblico de recopilación y reconstrucción.
·         Fomentar el trabajo en equipo.
    
Destinatarios:
·         Desde los 9 años en adelante.
·         Preferiblemente en los momentos en los que se trabaje con textos del Antiguo o del Nuevo Testamento.
·         Se trata de elegir textos apropiados para los estudiantes o ya conocidos y trabajados con ellos en clase.
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Preparación:
·         Se elige una serie de textos que hablen de historias o personajes reconocibles (el grado de dificultad dependerá de la edad, intención, tiempo disponible, etc.)
·         Transcribir los textos en ½ pliego de cartulina (o en el tamaño que se considere según la edad de los estudiantes).
·         Cortar los textos en varias partes (a manera de rompecabezas) y colocar las piezas de cada texto en un sobre. Se deben hacer varios sobres de tal manera que en el desarrollo se pueden hacer varios grupos.
·         Ambientar previamente un espacio para el desarrollo de la actividad.

Desarrollo:
·         Se dividen los estudiantes en pequeños grupos para facilitar el trabajo y generar competencia.
·         Se procede a la explicación de la actividad: cada grupo debe reconstruir el texto que le ha correspondido.
·         Se entrega un sobre a cada grupo y comienzan a trabajar.
·         Una vez reconstruido el texto, cada grupo debe desarrollar las siguientes actividades:

-          Identificar el personaje o la historia que narra.
-          Situarlo cronológicamente.
-          Identificar el libro bíblico donde se narra la historia.
-          Localizar el texto dentro de ese libro.
-          Leer nuevamente el texto en su contexto.
-          Relacionar el texto con los temáticas desarrolladas en clase destacando su importancia.
-          Establecer qué enseña el texto y de qué manera se puede aplicar la enseñanza en sus vidas.
·         Para finalizar la actividad se hace una puesta en común del trabajo realizado en grupos. El docente llevará algunas imágenes de apoyo que cada grupo puede emplear para expresar las conclusiones de la actividad.

Ejemplo:

Puede resultar interesante que, después de haber tratado los personajes del Génesis (Caín y Abel, Adán y Eva, Noé, Abrahán…), reconstruyan el mensaje del Génesis a través de los siguientes textos:

-          Adán y Eva: Gn 1,26-31; 2,18-25; 3,1-7
-          Caín y Abel: Gn 4,1-8; 4,8-16
-          Noé: Gn 6,9-22; 7,1-5; 9,8-17
-          Abrahán: Gn 12,1-7; 22,1-6




[1] A propósito de ello, puede observarse el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=nEBtl8vY_ug
[2] OTERO, H. (2005). Descubrir a Jesús en la clase de religión. Madrid: PPC Editorial y Distribuidora S. A.,p. 231.


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