Entre tú y yo - Recurso de oración para jóvenes - Tema siete

 

Tema Siete
"Llamados a ser un mensaje de unidad en un mundo dividido" 



a. Reconocer la Presencia de Dios

Una vez más he despertado después de una plácida noche de descanso. He vuelto a ver la luz del sol en un nuevo día. Es una nueva oportunidad para ser feliz y para preguntarme acerca de la razón de mi existencia. Mi corazón joven se alegra al escuchar a lo lejos las voces de mis padres preparando todo para el inicio de un nuevo día. Siento en mi corazón el deseo de encontrarte en el silencio de mi habitación para hablarte ahora. A veces no me es fácil, la cabeza se me llena de ideas y pensamientos que muchas veces me distraen y terminan por hacerme desistir de mi búsqueda. Te confieso amigo Jesús que en ocasiones no sé cómo hablarte ni experimentar tu presencia cercana y cariñosa. Una cercanía que acompaña sin juzgamientos, que escucha sin censura, que mira sin reproches. Quiero hacerte parte de mi vida cada día más y encontrar en ti un impulso para vivir, para soñar, para crecer. Atiéndeme aunque no sepa hablarte, acércate aunque a veces quiera salir corriendo, ayúdame a reconocer y sentir tu presencia a pesar de mis momentos de confusión.

Autor: Camilo E. Rodríguez F.


b. Iluminar nuestra vida

“…te mostraré grandes cosas" Jr. 33,3.

La experiencia que vivieron los discípulos de Emaús los empujó de modo irresistible a ponerse de nuevo en camino, a pesar de haber recorrido once kilómetros. Está oscureciendo, pero ya no tienen miedo de caminar de noche, pues es Cristo quien ilumina su vida. También nosotros, un día, encontramos al Señor en el camino de nuestra vida. Como los discípulos de Emaús, fuimos llamados para llevar la luz de Cristo en la noche del mundo. Ustedes, queridos jóvenes, están llamados a ser la luz en la obscuridad de la noche de tantos compañeros que aún no conocen la alegría de la vida nueva en Jesús.

Cleofás y el otro discípulo, después de haber encontrado a Jesús, sintieron la necesidad vital de estar con su comunidad. No hay verdadera alegría si no la compartimos con los demás. …Tampoco los discípulos de Emaús querían que su “huésped misterioso” se fuera... «Quédate con nosotros», decían, intentando convencerlo de que se quedara con ellos… Pero «su Cuerpo resucitado no es un tesoro para retener, sino un Misterio para compartir» (Documento Final del Sínodo, 115). A Jesús lo encontramos, sobre todo, en la comunidad y por los caminos del mundo. Cuanto más lo llevemos a los demás, más lo sentiremos presente en nuestras vidas. …El texto de Emaús dice que Jesús encendió un fuego en los corazones de los discípulos (cf. Lc. 24,32). Como saben, el fuego, para que no se apague, tiene que expandirse, sino se convierte en cenizas, tiene que propagarse. Por ello, ¡alimenten y propaguen el fuego de Cristo que tienen en ustedes!

Queridos jóvenes… ¡Ustedes son el hoy de Dios, el hoy de la Iglesia! No sólo el futuro, no, el hoy. O la juegan hoy o perdieron el partido. Hoy. La Iglesia los necesita para ser plenamente ella misma. Como Iglesia, ustedes son el Cuerpo del Señor Resucitado presente en el mundo. Quiero que recuerden siempre que ustedes son miembros de un único cuerpo, de esta comunidad. Están unidos el uno al otro y solos no sobrevivirían. Se necesitan mutuamente para marcar, de verdad, la diferencia en un mundo cada vez más tentado por las divisiones. Piensen esto: En el mundo cada vez más son las divisiones; y las divisiones traen guerras, traen enemistad. Y ustedes tienen que ser el mensaje de la unidad. Que vale la pena andar por este camino. Solo caminando juntos seremos de verdad fuertes. ¡Con Cristo, Pan de Vida que nos da fuerza para el camino, llevemos la luz de su fuego a las noches de este mundo!.


 (DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN EL FORO INTERNACIONAL DE JÓVENES. Sala Clementina Sábado, 22 de junio de 2019).

 

c. Interiorizar el mensaje

“Quiero meditar tus decretos y tener en cuenta tus caminos" Sl. 119, 15.

  • Piensa un poco en qué situaciones y/o personas iluminan tu vida hoy: ¿Por qué?
  • Has pensado alguna vez en ser luz para tus amigos y amigas. ¿Cómo podría ser eso?
  • ¿Alguna vez experimentaste la alegría del encuentro con Jesús? (Recuerda un poco ese momento). ¿Compartiste esa alegría con alguien? ¿De qué manera?
  • ¿Qué significado tiene para ti la frase: “En un mundo cada vez más dividido, ustedes tienen que ser el mensaje de la unidad”? ¿Cómo lograrlo? ¿Junto a quiénes?


d. Orar

“Estén siempre alegres. Oren en todo momento. Den gracias a Dios por todo..." 1 Te. 16-18.

Dame un corazón para reconocer tu presencia en cada instante de mi historia personal y familiar. Dame un corazón para darme cuenta la manera como siempre iluminas mi vida. Dame un corazón capaz de ser luz para quienes comparten conmigo su camino. Dame un corazón para sentir la fuerza transformadora de tu amor. Dame un corazón capaz de salir de sí mismo y entregarse a los demás. Dame un corazón que pueda aceptar tu llamada a ser mensaje de unidad en un mundo cada vez más dividido. Amén.

Autor: Camilo E. Rodríguez F.


e. Canta y celebra




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