Echando Globos No. 5 - "Quien se atreve enseñar, nunca debe dejar de aprender"



Por Camilo E. Rodríguez F. - cerofe0306@gmail.com


Estas palabras atribuidas al educador brasilero Paulo Freire, deberían convertirse en máxima de vida para todos los educadores. Se trata de un llamado constante a permanecer inquieto, indómito (por las estructuras), en búsqueda continúa, en permanente inconformidad (que no es pesimismo ni desesperanza, sino deseo profundo por mejorar el mundo que habitamos); y todo porque las consecuencias de no involucrarse en esa dinámica de estudio permanente limitarán (o impedirán) el proceso formativo de los estudiantes. 

Por eso cada año todos los educadores deberían trazar un voluntario, y al mismo tiempo, un serio y exigente plan de mejora como maestros. Por supuesto no estamos hablando de aquellos planes que (lastimosamente) en ocasiones (quizás más de lo que creemos) se elaboran y se entregan al área de gestión humana por cumpli-miento; de allí que insistamos en los adjetivos: Voluntario, porque cada uno establece su alcance, sus ritmos; serio, porque se establecen tiempos de seguimiento y se evalúa; y exigente porque saca de la zona de confort y lleva a explorar otros espacios, temas o experiencias. Dicho plan debe partir del auto reconocimiento del papel, del valor y de la relevancia de la figura de los educadores para una sociedad (y más una sociedad como la nuestra). De esta comprensión surgirá precisamente el inquietante deseo por ejercer cada vez mejor esa función. Ningún educador que identifique la trascendencia de su función social y política será capaz de sentirse definitivamente formado (que no es solo un asunto de títulos universitarios), sino que se descubrirá aprendiz permanente y en proceso de crecimiento continuo (aprendibilidad).

Por ello, ahora que inicia el año escolar, quisiera plantear algunos elementos que en ese ejercicio de construcción del plan de crecimiento personal podrían ser de utilidad; no sin antes indicar que desde nuestra comprensión, dicho plan, debe estar anclado, en tanto sea posible, al proyecto personal de vida como educador. Desligado de ello podrá ser un ejercicio valioso pero que corre el riesgo de no transformar la propia práctica educativa e incluso la propia vida, que es lo que en realidad debemos buscar. En ese sentido, algunas preguntas o aspectos que podrían ayudar ese plan de mejora podrían ser:

  1. Definir un objetivo general (Lo que quiero alcanzar en mi plan personal de crecimiento como educador)
  2. Establecer las áreas o dimensiones de mi ser que voy a fortalecer para lograr esos objetivos (Cognitiva, espiritual, física, psicológica y emocional, social, espiritual o trascendente)
  3. Indicar los aspectos que me propongo para alcanzar en cada una de las áreas o dimensiones elegidas y que me ayudarán a alcanzar mi objetivo (Podrían ser algunos objetivos específicos dentro de cada área o dimensión)
  4. Establecer cómo lo lograré (podrán ser actividades, procesos, acciones formativas, etc.)
  5. Elaborar un plan de seguimiento (Determinar los plazos y/o momentos en que puedo revisar el avance o no en el desarrollo de mis actividades o alcance de mis objetivos)
  6. Señalar una frase inspiradora (Que te motive permanentemente a ser mejor educador)



Algunas elementos que ayudarán a establecer cómo lograr los objetivos (es decir, la pregunta de ¿Cómo lo lograré?) podrían ser las siguientes: ¿Qué libros leeré o incluso volveré a leer? ¿Qué películas quisiera ver? ¿Qué proyectos nuevos implementaré? ¿Con qué profesores puedo vincularme y crear red? ¿Qué nuevos sitios exploraré (incluso en la misma ciudad)? ¿Qué experiencia o práctica sistematizaré? ¿Qué viajes puedo realizar? ¿Qué hobbie practicaré? ¿Qué espacios nuevos de silencio o oración tendré? ¿Qué nuevos temas relacionados con mi quehacer exploraré? ¿Qué deporte o actividad física practicaré? ¿Qué momentos o espacios nuevos con mi familia compartiré?  ¿Qué nuevos alimentos consumiré? ¿Qué nuevos espacios de acercamiento y conocimiento de mis estudiantes buscaré? ¿Cómo promoveré la vinculación de los padres a los procesos formativos que desarrollo? ¿Qué escenarios culturales visitaré? ¿Qué nuevas habilidades desarrollaré? ¿Qué cursos, diplomados o postgrados iniciaré?

Queremos resaltar el hecho de que concebimos el aprendizaje, incluido al que hacemos referencia en relación al maestro, como un proceso amplio que no se limita a un espacio formal y de aula. El aprendizaje de un maestro (y el de todos) es el resultado no solo de los cursos que realiza sino de las conversaciones que entabla, los libros que lee, las relaciones que teje, los viajes que realiza... lo que le llevará a una compresión crítica de la cultura, aspecto fundamental en el direccionamiento de los procesos al interior de la escuela, al interior del aula. Por eso hicimos referencia a la experiencia educativa formal que debe ir en este plan solamente al final. Nuestro énfasis está dado en el aprendizaje que el maestro obtiene en la cotidianidad de su vida, cuando vive cada experiencia con un sentido, con un propósito. Por eso el plan es voluntario (insistimos), no es algo que se encasilla en la rigurosidad de los formatos, pero claro, tampoco es algo improvisado y a la deriva que desconoce la importancia de pisar también en carácter de estudiante un salón de clase (físico o virtual).

Estas pistas, son solo eso, pistas. No obedece a un riguroso esquema que haya que organizar. Los elementos pueden ser sustituidos o enriquecidos. Así mismo las preguntas pueden ser replanteadas. Lo que nos ha interesado es inquietar (aún más) los corazones de los maestros a fin de que reafirmen la necesidad de cada día renovarse, enriquecerse y de transformarse como maestro. Es un año nuevo y por consiguiente una oportunidad para recordar que "Quien se atreve a enseñar, nunca debe dejar de aprender"

Plasma tu plan en un diario personal o de campo, haz una cartelera y pégala en un lugar visible (que la creatividad no tenga límite). Que no quede en el anaquel de lo olvidado, recuerda que se trata de tu vida misma y de cómo incidir cada vez mejor en la vida de tus estudiantes. 


Comentarios

  1. Gracias por todos sus conocimientos, han sido de mucho valor. Dios lo siga bendiciendo con Sabiduría y Salud. Cordialmente Gregorio

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  2. Muchas gracias por los buenos deseos. La vida se trata de un compartir infinito, y eso precisamente es lo que tratamos de hacer: Compartir elementos que puedan ser de inspiración para los educadores.

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