Cine para profes 5 - El último vagón

 



Por Camilo E. Rodríguez F. - cerofe0306@gmail.com


La expectativa alrededor de esta película era grande considerando las publicaciones que pululaban en las redes sociales de mis conocidos junto a los mensajes de algunos de ellos en que me decían: "tienes que verla". Es por eso que en cierta medida se apoderó de mi la frustración y la ansiedad por no poder hacerlo desde los primeros días de su lanzamiento en la plataforma. 
Sin embargo, acudiendo a mis reservas de sentido común y en una muestra de resistencia ante la sociedad de consumo en que vivimos, logré dejar que pasaran unos días; hasta que finalmente las fuerzas del universo se alinearon y entraron en armonía tres elementos muchas veces difíciles de conciliar: Mi disponibilidad de tiempo, mi voluntad y el internet.

En todo caso he de confesar que lo que me más me sobrecogió fue percatarme, después de haber visto la película, de la existencia de un libro del mismo nombre (escrito por Ángeles Doñate) que precisamente la inspiró. En ese instante deseé haber esperado más tiempo hasta que el destino (y las redes sociales) me hicieran esa confesión. Mi grito interno al evidenciar eso no pudo ser otro: ¡Nooooooo. Hubiera preferido leer primero el libro!.

En cualquier caso a continuación quiero hacer alusión a algunas situaciones del film que resultan inspiradoras -o que por lo menos que para mí lo fueron- para todos aquellos que por vocación (espero que todos) y/o como "última opción" (espero que no se el caso de ninguno) viven a diario en el sorprendente y maravilloso mundo de la escuela. Prometo en todo caso no hacer spoiler. En todo caso no sobra señalar que las escenas inspiradoras son muchas más que las que refiero, por lo que cada uno a su ritmo podrá ir estableciendo las más significativas.

1. Sobre la aceptación entre pares:

En ocasiones esto acontece de manera imperceptible para los maestros, pero los niños y jóvenes se juegan su paso por la escuela alrededor de diversas situaciones que determinan su aceptación o no por parte de sus compañeros. No se trata de un asunto sencillo de abordar. Todos los adultos hemos pasado por ello. Lo viven quienes llegan a un colegio nuevo, quienes se trasladan de ciudad, o incluso quienes aún habiendo crecido junto a sus compañeros de colegio se ven expuestos a cualquier tipo de exigencias o pruebas para ser considerados como parte del parche. Hay quienes sucumben ante situaciones de esta índole incluso poniendo en riesgo su propia vida o el bienestar de su familia. Cuán importante es que no dejemos de lado el acompañamiento docente en esta línea. Se trata educar en la autodeterminación que conlleva a la madurez para establecer relaciones afectivas sanas y de mutuo crecimiento entre pares. Cada vez más (eso lo sabemos ya) la educación emocional se convierte e un pilar fundamental que determina el éxito o no de una persona.

Nota: Presta atención a la escena en la que Chico le pide a Ikal que haga algo para pertenecer al grupo que él aparentemente dirige. ¿En tu experiencia como educador has conocido experiencias similares ? ¿Qué manejo le diste?

2. Sobre las creencias familiares, las etiquetas y los preconceptos:

Casi al minuto 11 de la película se desarrolló una escena que me llevó a considerar el poder dinamizador o inmovilizador de las creencias familiares en la vida de los niños y jóvenes (según se asuman). De igual manera sucede con las etiquetas que a veces como maestros ponemos o permitimos que se instalen en la dinámica social de la escuela sobre cualquiera de nuestros estudiantes. Aunque seamos conscientes o no de ello, éstas pueden llegar a ser un acto performativo del futuro para cualquiera de ellos. Cuanta atención debemos prestar a este tipo de situaciones que a veces resultan tener más incidencia en la vida de las personas que la mera ejecución de las planeaciones de clase; lo que supone de otra parte, el fortalecimiento de la alianza escuela - familia a fin de ir en un proceso de crecimiento que establezca las condiciones para afianzar creencias positivas en las personas, en las mismas familias.

Nota: Presta atención a la clasificación de los estudiantes que hacen no solo la maestra, sino especialmente los estudiantes de la escuela. ¿Qué piensas al respecto? ¿Qué tipo de creencias arraigadas descubres en tus estudiantes heredadas de sus padres o familiares? 

3. Sobre el ser fuente de inspiración para nuestros estudiantes: 

Del minuto 28 en adelante acontece una de las escenas más sobrecogedoras para los educadores que me llevó a pensar: ¿Cuántos de nuestros estudiantes quisieran ser maestros como quienes ya lo somos? Quisiera hacer el ejercicio real de preguntarlo para conocer sus respuestas. 
Esta escena me llevó a recordar que para nuestros estudiantes (especialmente para los niños y niñas) somos un referente de vida dentro y fuera del aula. Si, así como lo leen: referente de vida. Pero lejos de suponer una pesada carga con la que no podamos lidiar, se trata de un impulso renovador que nos lleva a seguir aprendiendo, estudiando, leyendo, conociendo y aproximándonos a la cultura. Nuestra visión de la vida, del saber, de la ciencia, del mundo, etc., es definitiva en el proceso de maduración de los estudiantes. Al mismo tiempo, el asidero de nuestra visión como maestros se alimenta de un estado permanente de estudio y reflexión precisamente; así como de la capacidad de relación que tenemos con nuestros estudiantes. Solo así podemos ser una buena fuente de inspiración para ellos en la construcción de su proyecto de vida. 

Nota: Presta atención al momento en que la maestra e Ikal dialogan y él descubre qué quiere ser cuando grande. ¿De qué manera cultivas tu ser maestro, para desarrollar tu misión cada vez mejor?

3. Sobre la importancia de conocer a nuestros estudiantes:

La escuela lleva un ritmo frenético, desconcertante, asfixiante y agotador. Es digna hija del activismo en que se ha involucrado la sociedad entera. En ese sentido, el minuto 38 de la película me llevó a recordar que educar es un asunto de paciencia, de tiempo, de alegre espera; como la del sembrador. Es precisamente ello, la falta de esa conciencia, la que nos lleva a no tener tiempo tampoco para reconocernos, para saber quién está a nuestro lado, de dónde proviene, qué sueños tiene, qué anhela, qué sufrimientos atraviesa. Es lo fundamental en cualquier relación y máxime en una relación educativa que se construye a lo largo de las semanas de clase. Solo en esa disposición para desacelerar el ritmo y conocerse logra el maestro desarrollar la misión a la que ha sido llamado y que Francesc Torralba describe en estos términos: "La tarea principal del maestro es ayudar al alumno a aprender a ser lo que es capaz de ser, pero para ello tiene que explorar sus capacidades latentes... El poder ser está oculto, pero el maestro tiene que descubrirlo y darle vida. Si está atento al alumno, a sus habilidades naturales, a sus movimientos espontáneos, se percatará de sus capacidades y entenderá qué potencial para desarrollar hay en él" (Torralba, 2015).

Nota: Presta atención a lo que acontece con la mariposa monarca y la salamandra. ¿Dedicas el tiempo necesario y suficiente para descubrir el poder ser que habita en tus estudiantes? ¿Qué pistas podrías compartir para otros profes?

4. Una última reflexión:

Finalmente, esta película me devolvió a una pregunta que siempre ha rondado mi cabeza: ¿Puede la educación transformar el mundo?. Y sin mayores de reflexiones me atrevo a decir, a partir de la película que si; pero claro; quizás no el mundo al que se refiere el sustantivo (mundo), pero sí el mundo de cualquiera de los niños y niñas que cada mañana llegan a la escuela. La escuela y en ella el maestro, tienen el poder de sentar las bases para ayudar a cambiar el mundo de cada estudiante, como el de Ikal, el niño de 11 años que protagoniza esta película. ¿Estás de acuerdo conmigo?.

No dejes de verla, aunque si te es posible; mejor lee el libro.

Disponible en Netflix.

Ficha Técnica:

Nombre: El último vagón
País: México
Director: Ernesto Contreras
Año: 2023
Duración: 95 minutos








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